Una noche, Teo, un niño de tres años, le pide a su tío Daniel que le […]
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El jardín de la memoria
Lea Vélez, librosLea Vélez«Fue un otoño extraordinario. El otoño en el que tú me enseñaste a vivir y yo te enseñé a morir. Durante la última aventura, filosofamos, investigamos, leímos las viejas cartas de tu hermano Stephen. Las cartas que relatan una época y un pasado familiar. Gracias a una antigua foto en un sobre con matasellos de Sheffield, encontré respuesta a la dudosa paternidad de Gill. Me encanta hacer de detective. Las cosas de Stephen siguen en la buhardilla, metidas en sus cajas de bombones y a veces las saco y releo una poesía del cuaderno infantil. Allí, en la Inglaterra de 1957, estaban las respuestas y mientras yo escribía este Jardín transcribiendo cartas amarillas por el tiempo, tú lograste perdonar. Pienso en la sonrisa del otro protagonista de este relato: Francesc Boix. Te fascinó la vida del republicano español, testigo de Núremberg, fotógrafo de guerra. Yo te contaba sus hazañas, que están en esta novela y que no sé si es novela porque todo lo que se cuenta en ella sucedió de verdad.
Ese verano volvimos a Malmesbury. Tenías razón.
No existe un lugar con más encanto en Inglaterra. Los niños se disfrazaron de caballeros y cruzaron aceros de plástico en los jardines de la abadía. Hicimos un picnic. Entre saltos, tumbas de piedra, juegos y merienda, esparcimos tus cenizas bajo un roble centenario. Entro de nuevo en este otro jardín, El jardín de la memoria, ojeo sus páginas, riego con cuidado el primer beso que nos dimos y ese último que a veces es como el primero de un nuevo cariño real, invisible. Ahora estás hecho de un aire que empuja con constancia mi columpio. Subo y bajo, y veo más allá de los campos y de los tejados, entendiendo cómo hay que vivir. Tres años después de aquel otoño extraordinario, me siento plena, sabiendo que ganamos y que había que contarlo. Para demostrar lo que digo, aquí está nuestra historia.» -
La Cirujana de Palma
Lea VélezLea VélezUna mujer, un misterio, una isla, un crimen, dos amores
La cirujana de Palma es una novela policiaca, de amor, de personajes, que retrata elalma de una sociedad y de un trozo del Mediterráneo y que, de la mano de hombres ymujeres ingeniosos y sabios de los que ya nuca querremos separarnos, nos enseñaque vivir en la mentira, la de nuestras propias murallas defensivas, sólo sirve para nollegar nunca a la excelencia.
Palma de Mallorca, 1835. Tana de Ayuso llega a Palma de Mallorca como esposa del recién elegido médico forense de la isla. Pero ella es mucho más que una simple acompañante: entre sus muchos talentos destaca un olfato especial para esclarecer muertes sospechosas.
Tras instalarse en Can Belfort, una casona de piedra asomada al mar donde hace años se cometió un terrible asesinato, la protagonista se ve envuelta en la investigación de un viejo misterio, mientras aprende a abrir su corazón a la vida de la mano de dos amores.
Una camisa blanca agitada por el viento, un crimen que parece imposible, un comandante desertor, una niña que abraza a su muñeca en un palacio florentino y un doble juego de falsas identidades se mezclan con maestría sobre el azul del Mediterráneo y las finas arenas de la isla de Mallorca.
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La Olivetti, la espía y el loro
Lea VélezLea VélezDurante una mudanza, Lea Vélez encuentra varias cajas muy pesadas que llevan cuarenta años guardadas en la bodega de la casa familiar. Al abrirlas descubre que están llenas de cintas magnetofónicas. Julio Cortázar, Álvaro Cunqueiro, Mario Vargas Llosa, Susan Sontag, Carlos Barral, Marguerite Duras, Juan Larrea, Rafael Alberti, Italo Calvino, Jorge Semprún, Jorge Luis Borges, Paco Umbral, Juan Carlos Onetti o José Hierro, son solo algunos de los nombres de las carátulas. Las grabaciones pertenecen a su padre, Carlos Vélez, que durante los años de la Transición dirigió el programa de TVE Encuentros con las letras. Mientras Lea Vélez escucha las voces, angustias y anhelos de los protagonistas de la España cultural de la Transición, recuerda momentos clave de aquel ambiente literario que marcó su futuro. Gracias a los testimonios de cientos de escritores del pasado, la autora reflexiona sobre el presente cultural, la profesión de escribir, la animación a la lectura, el talento o la vocación. Vélez confecciona un bello tapiz de puntos de vista, tejido sobre la trastienda del programa literario que marcó una época: Encuentros con las letras.
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La sonrisa de los pájaros
Lea Vélez, librosLea VélezSolo quien está dispuesto a conocer la verdad, puede llegar a encontrarla y descubrir la magia que esconde. Lea Vélez nos vuelve a ofrecer, con su nueva novela, una lección de vida.
Alma, periodista y escritora de treinta y cuatro años, regresa a Paraíso, la urbanización en pleno campo en la que vivió hasta la adolescencia, veinte años después de que un trágico accidente acabara con su felicidad familiar. Llamada por un impulso inconsciente, alquila la casa en plena naturaleza donde creció para tratar de reencontrarse con los recuerdos, en la esperanza de que sirvan de respuesta a sus preguntas vitales. El accidente de su familia coincidió en el tiempo con el terrible caso del “milano negro”, nombre que le dio la prensa al asesinato de una madre y sus dos hijos en los parajes naturales de Paraíso, un crimen del que se habló durante años, conmocionando al país, y por el que un hombre que podría ser inocente lleva veinte años en prisión. Alma decide escribir la historia de lo sucedido, hallando nuevos datos y entrevistándose con los protagonistas del drama. La búsqueda de la verdad la reconectará con Javier, un antiguo profesor del que estuvo enamorada, y que, debido a su afición a la cetrería, fue el primero en encontrar a las víctimas durante una de las salidas campestres con su halcón. Mientras Alma encaja las piezas del libro, reflexiona sobre las diferencias entre la realidad y la ficción, la inocencia y la culpabilidad, la necesidad que tiene el hombre de construir un relato hilado de unos hechos incomprensibles, quizá aleatorios, y se encontrará con su propia historia, descubriendo la naturaleza desbordante que la rodea, la verdad de su pasado y algo que jamás pensó llegar a conocer: el verdadero sentido del amor.
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Mi querido extraterrestre
Lea Vélez, librosLea VélezDaniel tiene nueve años, es mitad inglés y mitad español, y no le gusta el colegio. Él preferiría estar aprendiendo otras muchas cosas que en la escuela le mencionan solo de pasada. A veces, Daniel se siente un poco fuera del mundo, y por eso graba mensajes para su amigo imaginario extraterrestre, Al. Cada día le habla de su divertida y peculiar familia, de las fantásticas ideas que se le ocurren, de los gatitos que se ha mudado a su jardín… ¿será́ cierto que hay un tesoro de la Guerra Civil enterrado en el patio?
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Nuestra casa en el árbol
Lea VélezLea VélezTras la muerte de su marido, Ana decide que la vida de ciudad, las mil extraescolares, los problemas educativos, los infinitos deberes repetitivos y la dislexia galopante de su hijo mayor son demasiado para ella. No puede más. No tiene tiempo para vivir del modo que el sistema le impone y a la vez estar con sus niños. Entendiendo que ella es la mejor «profesora de extraescolar» para ellos, decide romper con todo. Escapa de un mundo derruido y lleno de dolor, vende todo lo que la ata a Madrid y se marcha al sur de Inglaterra, al hostal inglés que su marido le dejó en herencia.
Allí, en Hamble-le-Rice, un bucólico pueblo de pedernal junto a la desembocadura del río Hamble, Ana crea un mundo de humor, un entorno irreverente y liberal, en una antigua escuela de carpintería situada en el borde mismo del agua.
Sus hijos, Michael, Richard y María, gracias a su vida en plena libertad, extraerán de sus aventuras y experiencias personales sus propias vocaciones y destinos, demostrando que la excelencia puede alcanzarse a través de la sencillez, sin sacrificar la infancia en favor del futuro.